En la relación de ciclistas españoles para el Tour de Francia destacan la ausencias. La primera la de Alejandro Valverde, que ya se despidió de la carrera la temporada pasada. Después las de Mikel Landa y Peio Bilbao, que en este 2022 harán Giro y Vuelta. Y también la de dos jóvenes promesas, Juan Ayuso y Carlos Rodríguez, que pese a haber demostrado su buen nivel sus respectivos equipos, UAE e INEOS, prefieren dejarlos en la recámara para La Vuelta. Tampoco estará otro clásico, Jesús Herrada, que en los últimos años siempre ha rozado las victorias de etapa.
Enric Mas y Movistar
Si algo tiene a su favor Enric Mas en las grandes vueltas es la regularidad. Desde 2020 has sumado un quinto y un sexto puesto en el Tour y un quinto y un segundo puesto en La Vuelta. Por eso no es nada raro que el mallorquín y el equipo Movistar puedan pensar que tiene opciones de, al menos, pelear por subirse al podio de la Grande Boucle. Otro asunto es la entidad de los rivales a los que se va a enfrentar.
Si tomamos como referencia los últimos años, Enric Mas nunca ha demostrado ser capaz de superar a Tadej Pogacar o Primoz Roglic, ni en el Tour ni en La Vuelta. Si es cierto que ha estado a su altura en la montaña en varias etapas, pero también que en la contrarreloj es inferior, aunque en este Tour solo hay 50 kilómetros de lucha contra el crono y todos son prácticamente llanos.
Si ha estado al nivel de los Vingegaard y O’Connor (ojo a su última Dauphine), Vlasov, Caruso, Simon y Adam Yates, Thomas, Higuita, Uran, Nairo Quintana y la larga lista que se sitúa por detrás de los dos eslovenos. Enric es uno más de ellos, con el aval de que puede rendir en tres semanas y de que a la última parte del Tour siempre llega con buenas piernas y opciones de luchar por etapas.
Si el plan de Mas no saliese bien, Movistar ha descubierto en la última Dauphine el nivel de Carlos Verona, que puede dar el salto de gregario de lujo a cazaetapas. Un ciclista que ha ganado después de subir Galibier y Croix de Fer y aguantar el envite de Roglic en Vaujany tiene el aval suficiente como para confiar en él.
Junto a Mas y Verona el Movistar alineará a uno de los mejores gregarios del mundo, Imanol Erviti, a Gorka Izaguirre, que siempre tiene margen para filtrarse en las escapadas y buscar el triunfo parcial, y a Albert Torres, un debutante.
Soler, Izaguirre, Luisle, Castroviejo…
Fuera del Movistar la lista de corredores españoles es más reducida que en otras ocasiones y todos acudirán en el rol de gregario. Marc Soler fichó por UAE para, entre otras cosas, ser una baza importante para Tadej Pogacar en la montaña del Tour de Francia. El catalán ya parece haber descartado tomar las riendas como líder de un equipo y se siente más cómodo en el rol de segunda fila. Junto a McNulty y Majka acabará siendo la guardia pretoriana del esloveno en el Tour.
Si Erviti es uno de los mejores gregarios del mundo, Jonathan Castroviejo no le anda a la zaga. Disputó el Giro y parece que INEOS también le quiere para el Tour. Es cierto que no tendrán un líder tan sólido como los Froome, Bernal o Carapaz, pero a buen seguro que al vizcaíno le va a tocar tirar del pelotón o proteger a Thomas, Yates, y Daniel Felipe Martínez. Lo mismo que a Luis León Sánchez, que vuelve al Tour para trabajar con Caruso y Haig, pero que posiblemente tendrá su margen de lucimiento.
Ion Izaguirre tendrá algo más de libertad en Cofidis. Guillaume Martin será el líder, pero después de disputar el Giro y no acabar entre los mejores seguramente el filósofo francés no necesitará de un equipo plenamente centrado en él. Así que Izaguirre podrá filtrarse en escapadas y buscar la victoria parcial, esa que se le resiste al ciclismo español en el Tour desde el lejano 2018.