He aquí algunas razones por las que debemos tomarnos más en serio la tarea de escuchar y comprender nuestro cuerpo, y cómo puede ayudarnos a apreciar la lección de que a veces menos es más.
El sobreentrenamiento es algo real
Cuando una persona realiza demasiado entrenamiento físico con poco descanso y recuperación después de los duros entrenamientos, la tensión resultante en los músculos, las articulaciones y los huesos provoca fatiga y dolor que, en última instancia, afecta al rendimiento. La fatiga es, por supuesto, una parte de la vida deportiva. Sin embargo, a veces lo llevamos demasiado lejos y nos decimos a nosotros mismos que cuanto más nos esforcemos, mejor lo haremos. Pero no es así como funciona.
Para saber cuándo necesitas enfriarlo, es esencial tener un grupo de personas de confianza a tu alrededor que, con su observación y perspectiva, puedan ayudarte y frenarte. Contar con el entrenador adecuado que te permita hacer toneladas de trabajo duro y descansar aún más después es crucial.
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Recuperar una enfermedad no es tan fácil como piensas
La enfermedad Covid-19 fue muy difícil de superar como atleta profesional, por muchas razones. Personalmente, me encontré con que me excedía cada día después de dar negativo en las pruebas. Sólo me tomé cuatro días de descanso cuando estaba enferma. Había subestimado el estrés que el virus había causado en mi cuerpo. Esto fue fácil de hacer, ya que no estaba segura de a qué me enfrentaba.
Escuchar a mi equipo decir que tenía que tener mucho cuidado con mi vuelta a los entrenamientos no me parecía tan grave porque me sentía bien. Sin embargo, un par de semanas después, empecé a notar que mi cuerpo ya no era capaz de superar la fatiga. Empecé a deteriorarme, tanto mental como físicamente.
Lo más difícil era que un par de mis carreras favoritas estaban a la vuelta de la esquina y abandonar no era una opción. En cambio, decidí esforzarme un poco más. Al final, no rendí tanto y tuve que tomarme dos semanas de descanso para que mi cuerpo se recuperara. Todavía no es lo mismo.
Solo tú te puedes mostrar compasión
Según Kasia Niewiadoma “es muy importante contar con estrategias para volver a la carrera cuando notas que tu diálogo interior se desplaza hacia un territorio negativo. Cuando mi mentalidad se centra en patrones de pensamientos negativos, me esfuerzo por distraerme con lo que me rodea. Me concentro en la respiración o simplemente en ser consciente de la calidad de los pensamientos que tengo, recordándome a mí misma que existen dentro de mí, pero que eso no significa que definan quién soy y qué hago. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. Se trata de practicar y es más fácil cuanto más se hace”.
Tu cuerpo dice más que las redes sociales
Independientemente de lo que pienses de las redes sociales, creo que han contribuido a que todo el mundo sea más duro consigo mismo. Esto puede ser especialmente cierto en un contexto atlético cuando todos estamos centrados en el rendimiento y en querer ganar.
Se podría decir que las redes sociales forman parte de mi “trabajo”. No publico mucho de mi vida personal y, por lo tanto, trato de pensar en ellas como una especie de herramienta que puedo utilizar para ayudar a mi equipo, a los patrocinadores y a mí mismo a aumentar la exposición.
Por otro lado, cuando te encuentras utilizando las plataformas sociales, te metes en la vorágine de la vida de otras personas y ahí es donde suele empezar la navegación insana. Es muy fácil ver lo que hacen otros deportistas, pero es difícil determinar cuál es la realidad de la situación. Por lo general, no es tan perfecto como parece y estar siempre expuesto a estas imágenes y publicaciones curadas puede añadir mucha ansiedad y estrés. Es muy importante ser consciente de a quién sigues y cuánto tiempo te permites pasar haciendo scroll.
La mejora real es a largo plazo, no a corto
Puede ser difícil alejarse y ver el panorama general cuando te tomas cada día de entrenamiento con la mentalidad de “hazlo o muérete”. Sin embargo, es muy importante pensar a largo plazo en lo que respecta a las carreras y al entrenamiento. Creo que los atletas se centran demasiado en el proceso de llegar a algún sitio en lugar de en el objetivo final. Esto acaba conduciendo al sobreentrenamiento y a la infelicidad, ya que tu cuerpo siempre está siendo llevado al límite. Saber lo que se necesita para alcanzar tu objetivo es muy importante, pero dicho esto, tienes que ser consciente de no obsesionarte con cada día que te lleva a él.
Cada cuerpo es único
Según Kasia Niewiadoma “uno de los mensajes más importantes que debemos tener en cuenta es que lo que funciona para una persona, puede no funcionar para todos. Es necesario recordar que nuestros cuerpos son muy inteligentes y capaces de comunicarse con nosotros. Son capaces de darnos señales cuando algo va mal, pero depende de cada uno de nosotros como individuos el escuchar y hacer algo al respecto. No hay ningún truco mágico. Todos debemos sentir curiosidad por nuestro cuerpo, estudiarlo y estar abiertos a aprender. Esto es lo que nos permitirá tomar decisiones positivas para el lugar en el que nos encontramos actualmente y para el que esperamos estar en el futuro”
