Los relojes de entrenamiento aumentan la actividad
Las investigaciones demuestran que los dispositivos de seguimiento de la actividad física pueden hacer una cosa bastante bien. Una revisión de 38 ensayos clínicos con más de 4.200 participantes informó de que estos rastreadores se asociaron con un aumento significativo de los niveles de actividad física después de 15 semanas de uso. Alrededor del 70% de estos ensayos mostraron un aumento de los niveles de actividad física.
Esta investigación se realizó principalmente en personas que padecen diabetes, enfermedades cardíacas y obesidad. Ahora queda la pregunta de si el uso de rastreadores de fitness sería beneficioso también para las personas sanas. La respuesta depende del uso que se haga de ellos y de cómo se interpreten los datos que se obtengan.
Algunos les aumenta la ansiedad
El problema de ver el número de pasos, la calidad del sueño, los cambios de peso o la variabilidad del ritmo cardíaco es que la gente los interpreta de distintas maneras. Algunos consideran que son una forma de juzgar la eficacia de su rutina de entrenamiento y su estilo de vida. Pero otros ven estas métricas como una declaración de quiénes son. Si ven un sueño pobre en en reloj de entrenamiento les hace pensar “debo estar roto” o “qué me pasa”, entonces el seguimiento puede estar haciendo más daño que bien. Las investigaciones sugieren que, de hecho, hay situaciones en las que la gente tiende a tomarse los datos del rastreador de fitness de forma demasiado personal y se vuelven perjudiciales.
Las personas que ven el comportamiento que rastrean como una tarea. “Tengo que hacer esto para perder peso”.
Personas que no sienten que tienen elección. “Mi médico me ha dicho que tengo que hacer ejercicio”.
Personas que lo hacen sólo para no sentirse culpables. “Voy al gimnasio porque no quiero sentirme mal por no hacer ejercicio”.
Los rastreadores de fitness no son útiles sin un plan
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator
No son útiles sin un plan
La cuestión es que incluso si te gusta el ciclismo, lo haces porque lo eliges y no para evitar la culpa, puede que no te beneficies del seguimiento del estado físico. Las investigaciones muestran que, sin un plan de acción, los relojes de entrenamiento pueden ser divertidos pero no útiles. Considera los dos escenarios siguientes.
Ciclista que utiliza un reloj con un plan de entrenamiento
Alguien que tiene un plan de entrenamiento utiliza el seguimiento para ver si está mejorando. Sabe cuándo es el momento de rodar con calma y aumentar su base de resistencia, aunque los datos de esos recorridos no sean impresionantes. También saben cuándo es el momento de forzar y probar si pueden mejorar su tiempo en una determinada subida. Los datos que ven les ayudan a mirar atrás y a mejorar su plan de entrenamiento en el futuro.
Ciclista que utiliza un reloj sin un plan de entrenamiento
Alguien que sólo hace un seguimiento de los datos porque su rastreador de fitness lo hace. En este caso, los datos no significan nada y no tienen un impacto real en el ciclista. O, por el contrario, pueden convertirse en una fuente de motivación para intentar conseguir el mejor tiempo en cada salida. Esto les hace esforzarse demasiado a menudo y se agotan y abandonan o luchan por recuperarse y se estancan. Los datos que ven convierten cada sesión de entrenamiento en una carrera.
¿Quién se beneficia?
Está claro que los relojes de entrenamiento pueden ser muy beneficiosos para hacer que la gente haga más actividad física y ofrecer datos que pueden mejorar la eficacia del entrenamiento. Si los usas para cualquiera de esos dos escenarios, es probable que te beneficies. Pero también está claro que algunas personas tienden a identificarse demasiado con los datos y el seguimiento del estado físico se convierte en una carga para ellos.
Si tienes un plan de entrenamiento y sabes cómo quieres utilizar los datos, puede que te preguntes hasta qué punto son precisos estos dispositivos. En nuestro próximo artículo lo analizaremos con más detalle.