La contrarreloj contra el viento de Holanda fue iniciada por Robrecht Stoekenbroek en 2013 y ha ido a más cada año, consiguiendo patrocinadores como Eneco y Gazelle. Pero no pienses que esta carrera es solo un truco, es algo serio. Además de contar con asientos resistentes a las tormentas para los espectadores y una zona designada para los vómitos, esta carrera tiene lugar el “peor día meteorológico” del año, lo que significa que los corredores tienen que estar preparados para correr con muy poca antelación: tres días antes de una tormenta inminente.
Este año, la carrera tuvo lugar justo antes de la tormenta Eunice, que arrasó Europa, pero las condiciones no fueron menos brutales. La velocidad del viento fue de 7 sobre 10 (código amarillo), un punto menos que en la carrera de 2020, que tuvo que abandonarse debido a las peligrosas condiciones. Desde luego, no es una brisa de verano a la que los corredores se enfrentan.
Normalmente, en una contrarreloj, los ciclistas utilizan la aerodinámica a su favor, perfeccionando su arte en un túnel de viento – que es probablemente la sensación literal de esta carrera – para encontrar la posición perfecta para poder cortar el aire de la manera más eficiente. Sin embargo, en la NK Tegenwindfietsen, esto no sólo es imposible, sino que está mal visto. Los organizadores dan a cada corredor una bicicleta de idénticas características, una bicicleta urbana Gazelle de aluminio de una sola velocidad, que incluye un freno, aunque nadie lo necesita
A pesar de los tres días de antelación, la carrera está limitada a 300 competidores por año, cada uno de los cuales sale en intervalos de 30 segundos. El tiempo “más rápido” fue establecido en 2013, la edición inaugural, por Bart Brentjens. Sin embargo, su tiempo de 17 minutos y 51 segundos es relativo, ya que la velocidad del viento, y no el tiempo, es lo más importante en esta carrera. En esta sección expuesta de la barrera, las velocidades del viento durante la carrera pueden alcanzar los 120 kilómetros por hora, lo que tiene la capacidad de arrastrarte. Para los ciclistas, significa darlo todo para ir prácticamente a ninguna parte. En la prueba de este año, ganada por Jurjun van der Velde en un tiempo de 20 minutos y 23 segundos, promedió una impresionante velocidad de 25,21 km/h en el recorrido de 8,5 km. Teniendo en cuenta que se trata de una bicicleta de ciudad y que el viento te muerde durante todo el recorrido, es un tiempo asombroso.
En la prueba femenina, Lisa Scheenaard podría considerarse la Marianne Vos de esta disciplina tan especializada, ya que ha ganado las tres últimas ediciones. Y no tiene rival, ya que ganó con casi 5 minutos de ventaja en la carrera de este año.
Entonces, ¿por qué hacerlo? ¿Por qué someterse a unos 30 minutos de tortura? Stoekenbroek dijo a THEN24: “Esta edición se agotó más rápido que nunca, en tres horas. Creo que es una especie de terapia para Holanda después de dos años de corona”.
¿Y tal vez sea eso? Es una especie de evasión en la que eres tú contra el viento durante 30 minutos, donde nada más importa y luchas contra los elementos para ver quién es mejor. Para un país construido sobre ese mismo pensamiento, quizás no haya mejor lugar para que esto florezca que Holanda. Es un país que se recupera del mar con ingenio y tenacidad. Puede que no necesites eso para participar en esta carrera, pero seguro que necesitas algo de coraje holandés.
Si quieres saber más sobre la contrarreloj contra el viento, síguelos en Twitter, y si quieres participar en 2023, tendrás que ser rápido y estar cerca de Holanda. Pero si quieres participar, no te arrepentirás.
