Soy un guía de ciclismo que ha montado con mucha gente, así que pude observar que hay algunos errores comunes que podrían hacer que tu ruta sea diez veces más segura y divertida. Así que, ¡vamos a por ello!
Curvear con la gravel
Tanto en el ciclismo de montaña como en el de carretera, la regla general para tomar las curvas es ir lo más recto posible en la curva. Esto es perfecto para las carreteras pavimentadas y los senderos de MTB, pero podría ser peligroso para la técnica de gravel. La razón es que la parte interior de la curva suele ser más áspera, por lo que hay que intentar evitarla. Para ello, debes controlar tu velocidad. Tienes que entender que la técnica de conducción en gravel es más lenta y que ir más despacio está bien.
Una vez que hayas ajustado tu velocidad, es el momento de tomar la curva. Debes resistir la tentación de girar demasiado el manillar, ya que podrías perder la tracción. En su lugar, debe adoptar una posición correcta en las curvas. Pongamos que curveas a la derecha. Pues te vuelcas sobre el pedal izquierdo (pie exterior) y sobre la mano derecha (manillar). Fíjate siempre en la dirección a la que quieres ir.
Por último, pero no menos importante, no vayas demasiado despacio. Tienes que encontrar la velocidad adecuada que te permita pasar por encima de los obstáculos más pequeños.
Frenar con una gravel
En la sección anterior he mencionado el ajuste de la velocidad. Pero, ¿cómo hacerlo correctamente? La regla de oro es frenar con calma. Una frenada de pánico brutal sólo provocará la pérdida de tracción. En lugar de eso debes frenar suave y gradualmente hasta que la bici disminuya su velocidad. En el caso de las curvas, es mejor hacerlo mientras se está conduciendo en tramos rectos. Suelta el freno justo antes de acercarte a la curva para que tu rueda delantera pueda rodar sin perder agarre.
Pedalear en terrenos llanos y bacheados
Tanto si lo has planeado como si no, siempre puede pasar que el camino/carretera se vuelva más áspero en algunos tramos. Siempre lo agradezco porque forma parte de la diversión. Tener que lidiar con tantas condiciones diferentes en el mismo viaje es la razón por la que me encanta la bicicleta de gravel. La mejor manera de disfrutar de este tipo de terreno es simplemente pedalear sobre él. Al pedalear, transferirás el peso a tus pies y liberarás algo de tu sillin, lo que te permitirá absorber los impactos al sentarte ligeramente. También desplazo mi cuerpo ligeramente hacia atrás, por encima de la rueda trasera, para aliviar la presión de mis brazos. Cuando empecé a conducir por grava no amortiguaba bien los golpes, lo que me provocaba mucho dolor en los hombros y los codos. Ahora tengo mucho cuidado y siempre trato de concentrarme en mis habilidades de conducción.
Subir con una gravel
Si vienes del ciclismo de carretera, olvídate de estar de pie durante una subida con la gravel. Tienes que permanecer sentado todo lo que puedas para mantener la tracción (sobre todo en el neumático trasero) y utilizar toda la musculatura de las piernas que puedas. Las subidas en superficies rugosas no son lineales. A veces hay que hacer más fuerza para pasar por encima de algún obstáculo o de la grava fina o la arena. Así que, una vez más, subir sentado es crucial para la tracción y la potencia.
Supera los obstáculos en las bajadas
Una subida pronunciada significa un descenso pronunciado más adelante. Estate preparado. En cuanto a las curvas, hay que moderar la velocidad frenando adecuadamente. Pero eso por sí solo no hará que desaparezcan todos los posibles baches y piedras que puedas encontrar en tu camino.
Mantente relajado, es la clave técnica en gravel. Lo más probable es que no tengas suspensión delantera, así que si tus brazos son rígidos, transferirán todos los golpes a tu cuerpo. Además, ponte ligeramente de pie sobre los pedales y deja aproximadamente 1 cm entre el asiento y tu trasero. De este modo, tus piernas absorberán los mayores impactos. Mira siempre hacia delante, no te centres en tu rueda delantera. Intenta elegir las trazadas más limpias. Procura mantenerte bien agarrado al manillar. Yo tengo un problema con eso porque mi bicicleta de gravel tiene una geometría muy agresiva para poder usarla también en la carretera. Por lo tanto, cuando me agarro a las bajadas, me duele el cuello después de un rato de estar mirando continuamente hacia adelante. Así que tiendo a usar mucho la parte superior del manillar. ¡Presta mucha atención para no perder el agarre si haces lo mismo!
Espero que hayas disfrutado de mis consejos y te hayan resultado útiles. Nos vemos ahí fuera.