Aunque para analizar el recorrido hay que mirar también la nómina de participantes. El principal favorito será Primoz Roglic, que defiende en título de las dos ediciones anteriores, es el mejor contrarrelojista de todos y, sobre todo, no tendrá enfrente a su máximo rival, Tadej Pogacar. Para ‘dar guerra’ en la alta montaña estará Egan Bernal, Carapaz y toda la ‘armada’ del Ineos (Yates incluido), Mikel Landa, con ilusión después de la Vuelta a Burgos, Hugh Carthy, que ya fue podio en 2021 y el Team Movistar, con Enric Mas y Supermán López a la cabeza y que siempre se crecen en la Vuelta.
Las dos contrarrelojes
Como os había dicho la Vuelta 2021 tiene prólogo y epílogo contrarreloj. En total son 41 kilómetros, 7,1 el primer día en Burgos y 33,8 el último en Santiago de Compostela. Demasiado poco si lo comparamos con los Tours de los años 90, en los que cada crono llana era de 60 kilómetros, pero mucho si miramos a las últimas ediciones de la Vuelta a España.
Y es que la crono inaugura de Burgos, sábado 14 de agosto, tiene más miga de lo que parece. Son solo 7,1 kilómetros con salida desde dentro de la Catedral, lo del VIII Centenario, ya saben, pero se sube el alto del Castillo (donde siempre acaba la primera etapa de La Vuelta a Burgos) y el recorrido es revirado. Habrá diferencias, incluso más que en algunas etapas de montaña.
Para el último día, un todavía lejano 5 de septiembre, ya cuando el verano se torna curso escolar, La Vuelta acaba en Santiago de Compostela con una contrarreloj que puede decidir la carrera, sobre todo si un escalador tiene que defender segundos contra Primoz Roglic. Y claro, 33 kilómetros desde Padrón a Santiago no pueden ser llanos, porque en Galicia nunca hay planos. Dos repechos, uno a mitad de etapa y otro llegando a la Plaza del Obradoiro serán los que acaben solventado la edición de 2021.
La montaña de las dos primeras semanas
Esta Vuelta tiene más etapas llanas que otras ediciones, sobre todo en las dos primeras semanas. Días en los que el viento y los abanicos podrán ser protagonistas por Burgos, Guadalajara, Albacete, La Manga del Mar Menor, Córdoba, Extremadura y convertirse en etapas clave la Vuelta 2021… Eso sí, la primera llegada en alto será pronto, el tercer día (lunes 16 de agosto) en el Picón Blanco, la dura ascensión que se ha hecho famosa en La Vuelta a Burgos, pero claro, después de una etapa principalmente llana, sin tocar las cercanas montañas cántabras.
La siguiente llegada en alto es en Cullera tres días después, jueves 19 de agosto, apenas dos kilómetros al 9% en el Castillo del pueblo costero valenciano y con recorrido plano anterior. Perfecto para un llegador como Roglic o la versión anterior de Valverde. Si hay que prestar más atención a la siguiente jornada, viernes 20 de agosto, con un trazado pestoso por el interior de la provincia de Alicante (sin un centímetro llano) y con cinco puertos antes de la ascensión al inédito Balcón de Alicante, con un tramo final de cuatro kilómetros siempre por encima del 10%.
Eso sí, la etapa reina de la primera semana es el domingo 22 de agosto (apunten esa fecha), con más de 4.500 metros de desnivel por las cumbres de Almería. Demasiado temprano, puede ser, pero recuerden lo que hizo Pogacar en el pasado Tour… y sobre todo que es un día de fondo, con el Collado de Venta Luisa (una de las caras de Calar Alto) y el final en las curvas de Velefique, con 13 kilómetros al 7%.
La segunda semana prescinde de la montaña hasta el final. Vale, es cierto que se llega al repecho duro de Valdepeñas de Jaén el miércoles 25 de agosto, y que antes de acabar en Córdoba al día siguiente ascienden un puerto de segunda, pero la montaña queda para el fin de semana. El sábado 28 de agosto hay una jornada integra en Extremadura y con tres puertos. Realmente el Pico Villuercas, al pie del Santuario de Guadalupe, que se sube por sus dos vertientes. La primera con un tramo duro de tres kilómetros al 14%, (Collado de Ballesteros) pero claro a 65 kilómetros de meta. Y después la otra cara con 14,5 kilómetros al 6,5 de media y un repecho final también al 14%.
Antes del último día de descanso toca etapa por la Sierra de Ávila el domingo 29 de agosto. Aquella en la que Hinault reventó una Vuelta en los 80 y donde Pogacar se mostró al mundo en el 2019. Así que no hay que descartarla nunca como una de las etapas clave de la Vuelta 2021. Van a ser casi 200 kilómetros y cuatro puertos. La Centenera, Pedro Bernardo, Mijares y San Juan de la Nava, el menos duro de todos y con la cima a sólo cinco kilómetros de la meta de El Barraco.
Gamoniteiro, Lagos y los repechos gallegos
La Vuelta estrena el mes de septiembre en un clásico, Lagos de Covadonga, y después del doble paso por un puerto inédito, Collada Llomena. Van a ser 185 kilómetros y el tiempo de Asturias es imprevisible. Puede que haga un sol radiante o que le dé por llover. En esta segunda versión tomará más protagonismo la complicada doble bajada de Collada Llomena, curvas ciegas y piso rugoso, que la ascensión, 7,6 kilómetros al 9,3%. Eso sí, cualquier favorito que tenga equipo no se debe poner nervioso porque tendrá casi 40 kilómetros de bajada y llano por el valle del Ponga para recuperar terreno antes de Lagos de Covadonga, que al final siempre marca diferencias.
Eso sí, puede que el día de Lagos muchos vayan con el freno de mano porque la jornada siguiente es la auténtica etapa reina de La Vuelta. El jueves 2 de septiembre hay que dejarse un hueco después de comer para disfrutar con tres clásicos, San Lorenzo, Cobertoria y Cordal, antes de la ascensión final al Gamoniterio. La cima asturiana debuta en La Vuelta en una etapa de más de 4.300 metros de desnivel en solo 162 kilómetros. Y la clave, muchos de ellos por encima del 10%.
Porque San Lorenzo, salvo un descanso, casi siempre tiene rampas de dos dígitos en su 10 kilómetros de ascensión. La Cobertoria por la vertiente de Bárzana no baja del 8% y el Cordal se sube por su cara más sencilla, pero tiene una bajada peligrosísima que dejará a los ciclistas enfrente del Gamoniterio. La subida es similar al Portet francés. En total 14,6 kilómetros al 9,8% (números de coloso del Giro/Tour) y lo que hace es coger los ocho kilómetros iniciales de Cobertoria por la vertiente de Lena (siempre al 9/10%) y después de un descansillo de un kilómetro al 6% afrontar los 5,5 finales hacia el Gamoniteiro, casi siempre al 10% y con dos rampas que dan acceso a meta al 16%.
Antes de la crono hay una etapa perfecta para ‘jugar’ a ciclistas. El sábado 4 de septiembre puede ser un día para asaltar la banca con una etapa de 202 kilómetros y ni un metro llano por el interior de Galicia. La ha diseñado Óscar Pereiro, que se conoce el terreno como la palma de la mano y tuvo que recortar porque se le iba a más de 4.000 metros de desnivel. El resumen es sencillo, una Lieja con 50 kilómetros menos, cinco puertos de montaña, un millón de repechos sin nombre y final en el inédito Alto de Castro Herville, con 10 kilómetros al 5%.