Aunque la nutrición empezó a ser más importante en la época de la posguerra, los ciclistas seguían teniendo muchos hábitos extraños. Eddy Merckx ha hablado de lo importante que era la carne en aquella época.
“Comíamos a las 6:30 o 7:00 de la mañana, antes de la carrera. Primero un pequeño desayuno con queso y jamón y luego filetes. Era horrible, pero ya sabes, tenías que comer filetes para estar fuerte. Era una auténtica locura. Y sopa, quizá algo de pescado por la noche, y luego pasta con otro filete”.
Afortunadamente, varios inventos y descubrimientos clave cambiaron la trayectoria de la nutrición del ciclismo de élite en los años siguientes.
1965: Gatorade
Gatorade se inventó en 1965 y cambió la historia de la nutrición en el Tour de Francia para siempre. Los atletas de resistencia tenían problemas cuando perdían demasiado sodio a través del sudor. Gatorade, una bebida electrolítica rica en sodio, llegó para solucionar este problema en el Tour.
1967: Carga de carbohidratos
Al científico Gunvar Ahlborg se le atribuye la formulación del concepto de “carga de carbohidratos” en su artículo de 1967. Publicó varios estudios que promovían la necesidad de carbohidratos antes y durante el ejercicio. Esto provocó un cambio gradual en la nutrición del ciclismo. El péndulo comenzó a oscilar desde las dietas con alto contenido en carne a las dietas con alto contenido en carbohidratos.
Cuando llegó la década de 1980, los ciclistas empezaron a dejar de lado los alimentos reales y a optar por las barritas y bebidas envasadas. De repente, se trataba de carbohidratos, proteínas, grasas y antioxidantes. Los fabricantes intentaban aislar y envasar estos nutrientes en productos alimenticios técnicos, cómodos y de rápida absorción.
1985: Cafeína
Alrededor de 1985 la cafeína se estableció como una ayuda ergogénica. Beber café antes de la carrera se convirtió en algo muy común. Hoy en día, el café sigue siendo una de las pocas sustancias legales que influyen positivamente en el rendimiento.
1987: Geles
Los geles deportivos se inventaron para ayudar a los corredores a ingerir más carbohidratos sin problemas digestivos. Se supone que el primero se llamó Leppin Sports Squeezy. Pronto le siguieron Power Bar y muchos otros. En los años 90 estos geles ya se consideraban imprescindibles y han pasado a formar parte de la historia de la nutrición en el Tour de Francia
1988: Los ciclistas consumen 5000 calorías por día
En 1988, se publicó un estudio en el International Journal of Sports Medicine que investigó a cinco competidores del Tour de Francia de 1988. Los investigadores descubrieron que, por término medio, los ciclistas consumían unas 5.900 kcal al día, bebían 6,7 litros de líquido y el 61% de su dieta consistía en carbohidratos. La media de carbohidratos por hora durante la carrera era de 94 g. Estas cifras son bastante parecidas a las que se pueden encontrar en algunos corredores de hoy en día.
1990: Cocineros de equipo
El equipo 7-Eleven fue el primero en traer un chef de equipo para el Tour de Francia. El objetivo era asegurar que la calidad de la comida fuera alta y también eliminar la posibilidad de que un restaurante de hotel cometiera un error. Además, esto ayudó a los equipos a salirse del típico pan y pasta que se ofrece en la mayoría de los hoteles. Ahora podían cocinar una variedad mucho más amplia de alimentos frescos y nutritivos.
2000: Pasteles de arroz
Los chefs de los equipos no sólo ayudaban a los ciclistas en el desayuno y la cena. Los equiparon con pasteles de arroz, un alimento fresco que podían disfrutar también sobre la bicicleta. Los pasteles de arroz tenían mejor sabor que los geles, los ciclistas podían comer más, se sentían mejor y sufrían menos molestias gastrointestinales. Algunos estaban rellenos de frutas o frutos secos, otros de aminoácidos, proteínas y salados ricos en grasas como el bacon y los huevos.
2010: Periodización nutricional
Con los chefs del equipo a bordo, los nutricionistas pronto formaron también parte del equipo. A los corredores no se les prescribía una sola forma de comer para todo el año o incluso para todo el Tour. Su ingesta comenzó a ser periodizada. Con enfoques como “Combustible para el trabajo requerido“, los corredores podían experimentar ingestas bajas, medias y altas de carbohidratos a lo largo del Tour en función de sus necesidades, el tipo de etapa y su objetivo estratégico.
Parece que la nutrición sigue evolucionando y los avances no se detienen. ¿Qué nos deparará la década de 2020? ¡Sigamos observando!