Ha pasado un año desde que se declaro la pandemia y los eventos cicloturistas masivos siguen en el aire y conteniendo la respiración. Es cierto que la situación es mejor que en abril de 2020, cuando todo era un mar de dudas, porque la solución ha llegado en forma de vacunas. Pero no está todo solventado. Las restricciones de movilidad y de reunión de grupos y la incertidumbre hacen que muchos organizadores decidan dar marcha atrás con sus proyectos y en vez de aplazar ya esperan incluso a 2022.
Es cierto que en 2020 se realizaron algunas marchas cicloturistas. En España La Miguel Indurain se celebró en julio (la época de menor incidencia), con un máximo de 1.000 ciclistas y todas las medidas sanitarias vigentes en ese momento. En Francia también se hizo en septiembre la Marmotte Alpes, con casi 3.000 cicloturistas. En octubre la Titan Desert Almería, con 600 ciclistas, imitó el sistema de burbujas utilizado por las carreras profesionales (con pcr negativa incluida) para recibir la autorización y en diciembre La Cicloturista de Gran Canaria, una zona de baja incidencia, también obtuvo el permiso y pudo celebrarse durante una semana, con Cronoescalada al Pico de las Nieves incluida.
El inicio de 2021, la tercera ola y los cierres perimetrales obligaron a cambiar de fecha a eventos como la Mediterranean Epic, que pasó al mes de abril y siguió un protocolo similar al de la Titan Desert. También se han venido celebrando los formatos de carrera (tanto MTB como ciclodeportiva) pero siempre con limitación de participantes y salvoconducto federativo para poder desplazarse de una comunidad a otra.
Titan Desert, QH, Flandes… cambian de fecha
Los que han seguido sin tener autorización para su celebración, tanto en España como en el resto de Europa, son los eventos cicloturistas con más de 1.000 participantes. Marchas tan famosas como Strade Bianche, Tour de Flandes, Amstel Gold Race o Lieja Bastogne Lieja, que se celebran en marzo y abril el día anterior o posterior a la carrera profesional, se aplazaron hasta el mes de septiembre. Todas ellas reciben a más de cinco o seis millares de ciclistas.
Lo mismo ha sucedido con las dos marchas con más participantes en España. Mallorca 312, que solía correrse en abril cambió la fecha a octubre, y Quebrantahuesos, normalmente en junio, aplazó la edición a septiembre, igual que hiciera en 2020. Ambas con la esperanza de ganar tiempo para que el avance de la vacunación y la consiguiente reducción de casos permita que se puedan llevar a cabo después de tres aplazamientos.
Un camino similar al que ha elegido la Titan Desert. Estaba prevista en mayo en Marruecos, con una medidas sanitarias idénticas a las de noviembre en Almería, pero el aumento de casos en el país vecino ha hecho que los organizadores, de acuerdo con las autoridades, opten por hacerla en el mes de octubre.
Para este verano todavía siguen programados grandes eventos cicloturistas. La Maratona de los Dolomitas de Italia confía en que el 4 de julio puedan reunirse en Alta Badia más de 5.000 ciclistas de varios países, sobre todo europeos, y para ello confía en la baja incidencia de su zona y en recibir la autorización gubernamental después de implementar un estricto protocolo sanitario.
Para el domingo anterior, 27 de junio, otra de las históricas Marmotte Alpes (Francia) no las tiene todas consigo y está trabajando en cuatro escenarios. Recibir el visto bueno de las autoridades para mantener la fecha con la reducción drástica de participantes (se suelen inscribir más de 8.000) o para utilizar el evento como modelo de gestión sanitaria, cambiarlo a otra fecha en septiembre (como en 2020) o directamente a 2022.
Esta opción, la de no jugársela en 2021 y dejarlo todo para 2022 es lo que han hecho eventos de calado para cicloturistas españoles como La Perico (Segovia, julio), La Purito (Andorra, agosto) los 10.000 del Soplao (Cantabria, mayo) o la Orbea Monegros (Aragón, abril). Otros, como la Sierra Nevada Limite han optado por la versión libre para hacerla cualquier día la última semana de junio y limitar la cronoescalada al Veleta a solo 300 participantes.
La que sigue con su fecha prevista es La Miguel Indurain, que se celebrará el 17 de julio. La organización ha limitado a 1.000 participantes las inscripciones y hará obligatoria la presentación de una prueba negativa de Covid para tomar parte en ella.