La película del lituano Arunas Matelis, que durante varios años siguió el Giro de Italia, no necesita casi las palabras de sus protagonistas, son 71 minutos por los que pasa por delante de la pantalla la vida de un gregario, desde los interminables días de entrenamiento, a los esfuerzos de las carreras por no llegar fuera de control o la dureza de las caídas y las recuperaciones. Algo, que en la vida de un gregario normalmente sucede lejos de las cámaras y de la fama.
Wonderful Losers: A Different World, el título original del documental, ya ha recogido premios en 17 festivales diferentes desde que se presentó en 2017, y está en la carrera de los Óscar. Y es que su director consigue transmitir lo que cuesta ser un gregario en el mundo del ciclismo y la poca repercusión que tiene.
La carátula, por ejemplo, tiene como protagonista a Chris Anker Sorensen, uno de los gregarios de Contador en Tinkoff y Saxo Bank y solo reconocido entre los aficionados más iniciados por los gestos de dolor de su rostro cada vez que se ponía a tirar del pelotón. En 12 años de profesional una etapa en Dauphine, otra en el Giro, un campeonato de Dinamarca y muchos pedales en favor de sus líderes.
El caso de Sorensen es solo un ejemplo de los protagonistas que aparecen en el documental. Paolo Tiralongo, Joh Van Emde, Svein Tuft. Ninguno prominente en los medios de comunicación. La película arranca con el canadiense entrenado en pretemporada en la nieve de Andorra, no en la bici, sino haciendo un circuito de fuerza. Sus palabras marcan el inicio de un film que no es lineal, sino que va saltando de historia en historia.
Todas las imágenes de dentro de carrera son de los Giros de 2014, 2015 y 2016, las nevadas del Gavia y el Stelvio, el diluvio con el sterrato, los días de frío y las caídas. No solo los efectos dentro de carrera, sino los meses de recuperación que provocan algunas de ellas. Fracturas, como la de Enmanuelle Colli en la película, que pasan por quirófano para acelerar el retorno del ciclista a su trabajo.
Banda sonora minimalista y mucho sonido ambiente son las claves para que unas imágenes tan potentes no se diluyan y hacen que el espectador permanezca pegado a la pantalla.
El documental se puede ver online, previo pago, a través de su página web y ya está en algunas plataformas como Movistar. Para verlo en gran pantalla tendrás que esperar a que lo proyecten en algún festival de cine.