Empieza mas lento de lo que crees que deberias
Un problema muy común con los ciclistas aficionados es que se sienten frescos al comienzo de una subida, se emocionan demasiado y gastan mucha potencia de inicio. Esto es especialmente común en carreras o salidas en grupo donde los menos experimentados tratan de seguir la rueda de los chicos más rápidos. Siempre recuerda que debes empezar de manera conservadora. Eso te permitirá tal vez acelerar el ritmo a medida que vas cogiendo confianza en una subida y por lo menos no quemarte antes de llegar a la cima. Si haces esto tan sencillo, seguro que pasarás a muchos más ciclistas a medida que te acerques a la cima, y ese es el impulso mental que necesitas para mantener el ritmo.
Concentrate y se realista
Puede ser muy desmoralizante cuando, en medio de una subida, empiezas a compararte con los mejores ciclistas de tu grupo, con tus actuaciones pasadas o con la potencia que esperabas. Puedes evitar mucha frustración si usas tu energía mental para sacar el máximo provecho de tu rendimiento en vez de torturarte con una imagen de una actuación que no está dentro de tu capacidad. Así que, tanto si te consideras un buen escalador como si no, tanto si estás teniendo un buen día como si no, piensa positivamente y concéntrate en lo que está bajo tu control.
Permanece en el sillín el mayor tiempo posible
Permanecer en el sillín te permite usar menos energía y mantener una frecuencia cardíaca más baja frente a ponerte de pie para pedalear. Esto es especialmente importante en las subidas más largas y clave para mejorar la eficiencia. Trata de mantener una cadencia de entre 80 y 85 pedaladas por minuto y solo levántate en las subidas más cortas o las secciones más empinadas del puerto.
Aprende a usar tu peso cuando vas de pie
Mientras que ponerse de pie es menos eficiente, te da la capacidad de generar más energía durante un período corto de tiempo. Esto se debe a que estas haciendo fuerza sobre los pedales con todo tu peso corporal, no sólo con las piernas. Para hacerlo bien, debe subir una o más marchas al ponerse de pie porque estarás empujando con más potencia pero con menos cadencia. A continuación, estira toda la pierna hacia abajo desde la cadera y sigue balanceándote de lado a lado a medida que alternas las piernas para cambiar el centro de la gravedad sobre cada pedal. Un consejo profesional, si vas en grupo, asegúrate de aumentar algo la fuerza mientras estás de pie para evitar la ligera desaceleración que podría poner en peligro al ciclista que está detrás de ti.
Conserva la energía para las rampas más duras
Cuando te enfrentas a una subida larga con tramos más planos y más empinados, puede ser tentador acelerar en las llanuras para ganar impulso. Pero los estudios muestran que el aumento de la potencia junto con la inclinación de la carretera conduce a tiempos generales más rápidos. Por lo tanto, cuando los desniveles de subida sean más livianos, concéntrate en rodar y utiliza el alivio temporal para tomar un trago y prepararte para el resto. Esto te permitirá rodar un poco más fuerte en las secciones más empinadas donde más se beneficia de tu potencia.