Llévate la ropa de ciclista al trabajo
El problema de mantenerse activo en un trabajo de oficina es que siempre tienes más trabajo que hacer justo en la oficina, pero si quieres hacer ejercicio, tienes que hacer un esfuerzo. Reducir el tiempo de transición entre el trabajo y el ejercicio es clave. Una cosa que ouedes hacer es mantener una muda de ropa ciclista o de deporte en el trabajo para estar listo para hacer ejercicio cuando se presente la oportunidad.
Hacer públicos tus horarios de entrenamiento
Otra cosa que ayuda es tener un tiempo fijo para hacer ejercicio. Por ejemplo, si tu entrenamiento de grupeta comienza a las 18:00 los jueves, tienes que salir del trabajo a cierta hora sin importar qué. Pero si no lo comunicas, es demasiado fácil seguir posponiendo hasta que canceles tu entrenamiento por completo. No dudes en hacer público tu horario de ejercicios a tu jefe y compañeros de trabajo, esto hará que sea mucho más fácil para usted salir a tiempo.
Viaja en bicicleta
Probablemente el mayor ahorro de tiempo para los atletas de oficina es el uso del desplazamiento diario como tiempo de entrenamiento. Tener 10 viajes garantizados de ida y vuelta al trabajo cada semana es simplemente demasiado bueno para perderlo! Puedes hacer un viaje fácil en la mañana para no sudar demasiado, a menos que tu lugar de trabajo tenga duchas. Y luego planea una ruta más difícil o más larga de camino a casa. Si nunca has viajado en bicicleta, echa un vistazo a algunos consejos sobre cómo empezar en nuestro artículo
Y antes de empezar a inventar excusas por las que no puedes hacerlo en invierno, bajo la lluvia o cuando hace demasiado calor, asegúrate de leer nuestro artículo sobre ciclismo de invierno. Es posible y muchas personas viajan todos los días del año. Es una buena manera de practicar la disciplina, la fortaleza mental y la superación de la incomodidad.
Usa tus descansos para el almuerzo
Una última cosa que puede hacer una diferencia es su descanso para almorzar. Si traes tu propio almuerzo, como discutimos en el artículo anterior, no tienes que perder una hora yendo a un restaurante. Puedes comer tu almuerzo mientras trabajas y usar este precioso mediodía para hacer algo de ejercicio. Es el mejor momento para el entrenamiento cruzado. Si tienes una piscina cerca de tu trabajo, es posible que puedas nadar durante 30 minutos. Si tienes un parque cerca y duchas en el trabajo, puedes usar ropa deportiva y hacer una carrera corta. O simplemente puedes encontrar un lugar tranquilo en la oficina para hacer algunos ejercicios de movilidad, estiramientos o pliométricos. Pruébalo y descubrirás que te hace más productivo y optimista en la segunda mitad de la jornada laboral.