La Sarenne, Pas de la Confession y Col du Solude
No hay nada más famoso en los Alpes que Alpe d Huez. Sus curvas han hecho historia en el ciclismo, pero a su alrededor ‘duermen’ otros puertos por los que el Tour solo ha pasado en una o dos ocasiones, pero que ofrecen al cicloturista que tiene tiempo de visitarlos una experiencia diferente y dificil de olvidar.
La subida a La Sarenne desde Mizoen es un ‘puertaco’ de 12 kilómetros con una media cercana al 9% y rampas del 14%. Se inicia desde el cruce del Embalse del Chambon, en la subida a Lautaret y desde su cima se puede bajar a Alpe d Huez. Solo se ascendió en una ocasión en Dauphine 2017 y se descendió en el Tour 2013. En la marcha, La Vaujany se puede hacer el descenso.
En la otra cara está el Pas de la Confession, que parte desde el inicio de Glandon y finaliza en Villard de Reculas. Desde allí se puede unir con los últimos cuatro kilómetros finales de Alpe de Huez. Son 8 kilómetros de subida muy constantes, en torno al 8%, a excepción de la parte final hasta Huez, un falso llano, desde el que puedes ver todas las curvas de Alpe d Huez.
Y en Bourg d Osians parte otro puerto bastante más desconocido, el Col du Solude. Ni Tour ni ninguna otra carrera han transitado por él. Tiene zona de tierra pero por las dos vertientes que se puede ascender es igual de duro, en ambas con 7/8 kilómetros con medias cercanas al 9,5 y 10%
Col du Granon
Insertado entre el Lautaret/Galibier y el Izoard. El Col du Granon solo ha recibido una visita del Tour de Francia y fue en el año 1986. Desde entonces la carrera gala ha evitado un puerto que se corona a 2463 metros de altitud (es de los más altos de Alpes) y que es de los más duros de la zona.
Parte de Saint Chaffrey, a medio camino entre Briancon y Serre Chevalier, y sus números son para agarrarse. Los últimos 12 kilómetros tiene siempre porcentajes por encima del 8,5% y varios kilómetros con una media al 10%. Además casi siempre sin tráfico porque desde su cima no hay descenso posible a ningún otro lugar. Eso sí, ofrece una vistas únicas de los Alpes y de todos los valles de alrededor. Incluso de la zona italiana.
Villargondran y Chaussy
En el macizo de la Croix de Fer y en el de La Madeleine puedes encontrar carreteras alternativas y evitar las más concurridas y famosas. Para ascender al Col de Mollard puedes emplear hasta tres opciones diferentes, pero la más desconocida y bella es la que parte de Villargondran, una pedania a cinco kilómetros de Saint Jean de Maurienne.
Las ascensión total son 19 kilómetros con una media del 6,7% y varios descansillos. Pero lo más interesante de todo en la parte central, con ocho kilómetros de curvas enlazadas continuas. Un pequeño Stelvio escondido en un bosque que hace que incluso los días de mucho calor resulten frescos.
Y si tomamos como referencia Saint Jean de Maurienne justo al otro lado se inicia el Col de Chaussy. El Tour solo lo ascendió en 2015 pese a estar insertado entre Galibier y La Madeleine y también dar acceso a los Lacets de Montvernier. Tiene dos vertientes, la que parte de Saint Jean de Maurienne lo convierten en un puerto largo, de 12 kilómetros y con una parte final dura y con un desfiladero espectacular.
Desde la otra vertiente se puede ascender por La Chambre. Implica subir los primeros 4 kilómetros de La Madeleine para luego girar a la derecha y encontrarse con un puerto discontinuo pero con rampones por encima del 14%. Todo un auténtico desconocido.