De los 1.200 millones de euros gastados en bicicletas el año pasado, 823 millones de euros correspondieron a bicicletas electricas. En total se vendieron 409.400 unidades eléctricas. Los holandeses prefieren la calidad a lo barato, lo que aumentó el precio medio de una bicicleta vendida en 200 euros a 1.207 euros.
“Somos el país de las bicicletas, por lo que estamos acostumbrados a invertir en bicicletas innovadoras, por lo que existe una diferencia con respecto a otros países, incluido el Reino Unido”, dijo Floris Liebrand, de la RAI, al diario The Guardian. “Para nosotros es normal gastar 1.000 euros en una bicicleta. La media de una bicicleta electrica es de más de 2.000 euros, pero eso está en nuestra cultura. Creemos en la calidad de nuestros productos. Hay bicicletas electricas de 700 o 900 euros, pero son del sudeste asiático y la calidad es menor”.
Las ebikes son la opción preferida tanto para los ancianos como para los que viajan diariamente al trabajo. El 60% de todos los trabajadores viven dentro de un radio de 15 km de su trabajo, que se considera una distancia ideal para andar en bicicleta.
En los Países Bajos se cree que la necesidad de distinguir entre una bicicleta electrica y una bicicleta normal desaparecerá pronto y que cada unidad se llamará simplemente bicicleta, ya sea a batería o no. Sin embargo, Floris Liebrand cree que casi todas las bicicletas serán alimentadas por algún tipo de batería en el futuro.