Tienes la mitad de tus recuerdos de toda la vida grabados en la aplicación Strava.
Conoces cada bache de los alrededores
Nunca usas el ascensor, no importa cuántos pisos tenga el edificio.
Tienes un ritmo cardíaco de 50 latidos por minuto y te las arreglas para dar apariencia de parecer vivo.
Utilizas tanto el ático como el sótano para guardar las bicicletas.
Más que en palabras, tus rutas en bicicleta se describen principalmente en vatios.
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Tus bicicletas pueden valer el doble del precio que tu coche
Cuando estás cansados al final del día, sales a rodar 50 y 60 km para soltar las piernas.
Puedes beber diez tazas de café expresso al día sin terminar en la unidad de cuidados del corazón.
Hablando de titanio, fibra de carbono, desviadores, ruedas y alturas de sillín puedes estar tanto tiempo que ni te das cuenta que el resto de la gente se ha ido.
Cuando compras un coche nuevo, siempre calculas cuánto tiempo te llevaría meter la bicicleta en el maletero.
Eres el único que sabes lo que está pasando mientras ves el Tour de Francia en la televisión.
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Puedes mirar el trasero de su compañero de ruta con un culotte apretado durante horas sin cuestionar tu sexualidad.
Para Navidad, cumpleaños o San Valentín, sólo recibes regalos relacionados con el ciclismo.
Puedes decir de memoria cuantas calorías tienen los diferentes tipos de alimentos.
Incluso en un bar, te sientas de manera que `puedas ser lo más aerodinámico posible
Tu peso corporal promedio no excede los 50 kilogramos, incluyendo la bicicleta.
