Lo primero, definir objetivo
Hay que ser realista y ver el entrenamiento que se ha hecho en los últimos meses. Si no se ha tenido tiempo para salir es imposible rendir a un alto nivel e ir rápido. Así que el objetivo debe estar en acabar y disfrutar del evento sin ponerse cotas más lejanas del placer ciclista. Si has llevado un entrenamiento exhaustivo puedes intentar mejorar el tiempo de años anteriores, pero si no se dan las circunstancias climáticas (nuestro deporte es el aire libre) o has tenido una mala semana no tiene sentido forzar la máquina. Recuerda que a ese evento te inscribiste porque te gusta hacer deporte y disfrutas.
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Las semanas previas
Muchas veces en el camino está el placer. El hecho de apuntarse a una marcha y buscar un objetivo te lleva a querer entrenar y esforzarte y si lo haces con un grupo de amigos, mejor todavía. Los meses de entrenamiento se pueden hacer hasta divertidos. Eso sí. Las circunstancias son las que son. Si ha llovido todos los sábados de los últimos tres meses es complicado llegar en forma a no ser que te hayas metido todos esos días de agua.
Si con el entrenamiento que has hecho en los meses previos el día del evento no vas todo lo rápido que querías no ha sido un tiempo perdido. Al contrario. Has generado un estado de forma y de salud que te valdrá para cualquier otro día.
Hoteles y viajes
Normalmente los eventos cicloturistas se celebran lejos de tu lugar de residencia. Eso supone desplazamientos y buscar un lugar para alojarte durante la marcha. Siempre suelen generar estrés, sobre todo si no lo tiene previsto con mucho tiempo de antelación. Lo primero es analizar el viaje. Si tienes 10 horas de coche o un vuelo de 6 horas con escala quizás le mejor opción no sea llegar al lugar del evento la tarde/noche antes, sino con uno o dos días de antelación.
La distancia del hotel al lugar de salida siempre es importante. Cuanto más cerca madrugas menos y si ya no tienes que coger el coche, pues es ansiedad y prisas que te restas por llegar a la línea de meta. Busca también hoteles que sean amigables con los ciclistas y faciliten guardar las bicicletas, desayunos tempranos y si ya te preparan una buena cena previa, pues mejor todavía. Y si no tienes tiempo, siempre te pueden ayudar las agencias profesionales.
La maleta
Esto siempre genera controversia, pero si la dejas echa uno o días antes de irte de viaje, mejor que a última hora, que siempre se olvidan cosas. Está claro que no te puedes olvidar casco, zapatillas, gafas, maillot y culotte. Y a partir de ahí hay que mirar la meteorología, y no solo del lugar de la línea de salida. Si hay puertos en el recorrido conviene ver si allí hará más frío y si será necesario chubasquero, chaleco o manguitos para bajar. Si dan lluvia, pues ya puedes ir preparando cremas calentadoras, botines de agua, guantes…
Tampoco descuides a tu bicicleta. Dos o tres cámaras de repuesto, una cubierta, una bomba y unos desmontables son el kit básico para echar en la maleta. Después tampoco vienen mal una llave multiherramientas y una patilla de cambio (es una pieza única que te será complicado encontrar).
Recogida de dorsales
Parece algo obvio, pero para recoger tu dorsal necesitarás llevarte la documentación necesaria. Como mínimo DNI y licencia en vigor (si la tienes) y en algunas marchas exigen también un certificado médico de actitud deportivas. Si lo tienes organizado con tiempo te restará estress.
Estudia el recorrido
A la marcha debes llegar con los deberes hechos. Si te has estudiado con detenimiento el recorrido podrás reconocer su dureza, los lugares donde están los avituallameintos, las zonas peligrosas de bajada, los posibles embotellamientos. Solo con ese esquema mental previo irás mucho más tranquilo.
La bici también se prepara
Aunque sea obvio, algo que siempre genera mucho estres al ciclista es su bicicleta. Por eso hay que cuidarla. Si no eres un experto en mecánica es mejor que los ajustes de última hora los haga un profesional. Lleva la bici a revisar con una semana de antelación para que puedan detectar cualquier problema que pudiese tener. Con tiempo siempre hay soluciones.
Se trata de disfrutar
Si tu objetivo es rodar olvídate de prisas. No tiene sentido estar media hora esperando en la salida y pasando frío si lo que simplemente quieres es pasar un buen día de bici. Ni meterte entre los primeros para buscar el hueco y jugarte una caída. Y si tu objetivo es mejorar el tiempo. Pues tampoco vas a hipotecar un buen fin de semana por poder irte al suelo por intentar entrar en un hueco que no cabías o por bajar a tumba abierta para rebajar unos segundos.