El final del Giro de 2018 en Roma no podía ser menos. Pese a las dificultades de cerrar una ciudad como Roma al tráfico, con turistas deambulando por todos los lados, adecuar adoquines y calles estrechas, los aficionados pudimos tener el privilegio de rodar por el mismo recorrido del Giro en la ciudad eterna.
Eso sí. Antes había que calentar y Roma, al contrario de lo que muchos puedan pensar, es ideal para rodar en bicicleta. Su carril bici parte en el Trastevere pegado al río Tíber y te permite salir de la ciudad sin tocar ningún coche y rodar con tranquilidad durante más de 30 kilómetros. Un entrenamiento perfecto para poner las piernas a punto antes de sumergirse en el recorrido de la última etapa del Giro 2018.
Casi dos horas de tráfico cerrado para ser los ‘reyes’ de Roma con nuestra bicicleta. La salida en el Coliseo. Piazza Venezia, la subida adoquinada y el descenso hasta la Piazza del Popolo, la siempre repleta, Via del Corso, el paso por el Ayuntamiento de Roma, por el Teatro de Marcello, por los adoquines paralelos al Circo Massimo. La dureza de la corta subida alrededor de las Termas de Caracalla, el paso por contra meta y la zona de ‘boxes’ de los equipos y el último kilómetro rodeando el Coliseo y los Foros Imperiales.
Algo de lo que solo pudimos disfrutar un puñado de ciclistas privilegiados y solo una hora después todo el pelotón de supervivientes del Giro de Italia. Eso sí, los adoquines y la conservación de las calles romanas obligaron a la organización a neutralizar la carrera cuando se llevaban tres vueltas. Aún así nos dejaron imágenes para el recuerdo.