Frenos de zapatas
Tanto si sus ruedas son de carbono o de aluminio, las zapatas de freno vendrán con una banda de rodadura en el lado de contacto. Tan pronto como la banda de rodadura desaparezca y tenga una superficie plana continua cambie las zapatas.
Frenos de disco
Las pastillas de freno de disco vienen con aproximadamente 3 a 4 mm de compuesto en la pastilla. Cuando se haya desgastado hasta aproximadamente 1,5 mm o 25% de grosor, cámbiela. Si las tiene de metal sinterizadas, es posible que no necesite cambiarlas tan a menudo como lo hace con las orgánicas de resina.
Etapas largas
Cuando viajas regularmente en bicicleta, estás en sintonía con los ritmos técnicos de su mantenimiento, y deberías estar atento a los frenos, ya que te evitarán problemas.
Hacer kilómetros es otra cosa. Si la banda de rodadura es lo suficientemente estrecha como para hacer que te preguntes si la pastilla de freno durará cien kilómetros deja que tu duda sea un indicio de que necesitas cambiar las pastillas antes de conducir.
Active rides
Si está preparando un viaje para un fin de semana de aventura por algunas bajadas técnicas y rápidas, cambie sus pastillas unos días antes – especialmente si prefiere las sinterizadas.
Dele a sus nuevas pastillas un par de kilómetros para que se asienten en ellas y luego tendrá una cosa menos de que preocuparse cuando entres en un descenso rápido por el bosque.
Cuando comprobarlos
Una vez que sepa cuándo cambiar las pastillas de freno, la siguiente pregunta es: ¿Con qué frecuencia debo comprobar el desgaste de las pastillas de freno? Lamento decir que no hay una respuesta definitiva, pero yo diría que cada 750 kilómetros o una vez al mes – lo que ocurra primero.
El peso influye
Dependiendo de sus condiciones físca es posible que necesite revisar su bicicleta con más regularidad. En igualdad de condiciones, una persona que pesa 76 kg, igual que Mario Cipollini, tendrá que cambiarse las pastillas más a menudo que una persona que pesa como Marco Pantani, 57 kg.
Tiempo y terreno
El desgaste de los frenos también está determinada por el clima y el terreno. Rodar en mojado absorberá más minerales de la llanta y los introducirá en las zapatas, lo que significa que tendrá que comprobar que no se desgastan con más frecuencia que con la bici en seco. Y si su ruta tiene muchas colinas, los frenos se desgastarán más rápido que si va en llano.
