1. El retorno de Sagan
Verle abandonar la carrera después de la polémica caída con Cavendish el año pasado fue sin duda uno de los momentos más lamentables de la carrera, a pesar de que se había convertido en una tradición casi aburrida ver a Petr vistiendose de verde año tras año. Sin embargo aquel incidente fue explicado y aclarado. Este año, Peter estará listo para luchar por quitarle el maillot de la regularidad a su sucesor Michael Matthews.
2. Froome no será invecible
Aunque la cuarta victoria de Froome en la general fue bien merecida, fue el triunfo más apretado de sus cuatro triunfos con sólo 54 segundos de margen. A diferencia de sus rivales en el podio, Rigoberto Urán y Romain Bardet, Chris Froome no ganó ni una sola etapa, por lo que se convirtió en un ganador que solo obtuvo ventajas en la contrarreloj. Puede que Froome anhele esa quinta victoria, pero si quiere volver a ganar, tendrá que seguir aprendiendo, ya que todos los anteriores miembros del club de los cinco, incluyendo a Eddy Merckx, Jacques Anquetil, Bernard Hinault y Miguel Indurain, lo lograron antes de cumplir los 31 años. Parece que los días en que Froome podía escalar sin esfuerzo mientras iba sentando han pasado. Algunos dicen que el anillo de bodas le ha condicionado y que en realidad planeaba ganar el título con medio tanque para poder concentrarse en la Vuelta. Sin embargo, parece que ahora el tiempo está jugando contra el “keniata blanco”.
3. Quintana será más fuerte
Con tres podios en el Le Tour a sus espaldas, el colombiano sufrió mucho después de elegir participar tanto en el Giro como en el Tour. En este 2018 ha optado por el Tour y con algunas variaciones tácticas puede estar en condiciones de ganar la carrera francesa.
4. Las etapas serán más divertidas
Para muchos la ruta del año pasado fue bastante aburrida, incluso inmediatamente después de ser revelada en la presentación, pero el evento de este año es mucho más prometedor. Los organizadores han aprendido de los errores cometidos, así que hay mucho terreno para soñar, desde las famosas e interminables subidas hasta los poco amigables adoquines. La contrarreloj por equipos reaparecerá y será dura. A diferencia de los tres finales en alto del año pasado, este año tendremos cinco y los organizadores también añadieron una etapa de grava sobre el puerto de Glieres. Los corredores tendrán que luchar con etapas de hasta 200 km de longitud en los Alpes, pero también experimentarán las extremadamente cortas, como por ejemplo, la etapa ‘sprint’ de 65 km en los Pirineos. En general, es probable que veamos carreras más cortas y mucho más intensos.
5. Martin y Porte también serán rivales
Los accidentes son impredecibles y provocan cambios dentro de la clasificación. Si Martin y Porte no se hubieran caído tan pronto en el Jura el año pasado, podríamos haber disfrutado de las etapas siguientes con dos grandes ciclistas que habrían puesto en problemas a Froome hasta el final. Si pueden evitar las caídas en 2018, podríamos ver un gran espectáculo.
6. Landa peleará por la victoria
El año pasado Mikel Landa perdió el podio sólo por un segundo por detrás de Bardet a pesar de jugar un papel de gregario de montaña para su compañero de equipo Chris Froome. En esta temporada, seremos testigos de su lucha por el título como rival de Froome tras fichar por el equipo Movistar.
La salida tendrá lugar una semana más tarde de lo habitual con el fin de encontrarse con el Campeonato de Fútbol de Rusia el menor tiempo posible. La carrera comienza el 7 de julio desde Noirmoutier-en-l’Ile en Francia.