La Transiberiana, una de las carreras ciclistas más duras del mundo

Escrito por Adam Marsal

La Transiberiana es una espectacular carrera a través de Rusia que supera a las tres Grandes Vueltas en dificultad y resistencia, ya que Vuelta/Giro/Tour suelen recorrer “sólo” unos 3.500 kilómetros en tres semanas. La ruta del Trans-Siberiano se extiende desde Moscú hasta Vladivostok en la costa del Pacífico y cubre más de 9.200 kilómetros, que debe completarse en sólo 25 días. Si ya es complicado hacer esos número en todo un año entrenando, imagínate en menos de un mes. La carrera es tan dura que ninguno de los participantes de la categoría en solitario del año pasado llegó a terminarla. Sigue  el legendario ferrocarril transiberiano, que dio nombre a la carrera. Echemos un vistazo más de cerca a esta locura y averigüemos por qué no sólo los rusos la llaman la carrera más dura del mundo.

1. Es, sin duda, la más larga

En Rusia, nada es imposible. Este principio ha estado vigente desde el reinado de los zares todopoderosos y sigue determinando la mentalidad rusa a lo largo del siglo XXI. Si los occidentales pueden hacer una carrera de 3.500 kilómetros de longitud, añadamos unos cuantos miles más y enviemos a los ciclistas a Siberia. Olvídate del café au lait y del jambon, esta carrera es dura de verdad. Si combinas el Tour de Francia y el Giro de Italia, todavía te faltan más de dos mil kilómetros para enfrentarte a la Transiberiana.

2. Te hace ponerte al límite

Si estás entrenado unos 120 km antes de su almuerzo dominical, escucha esto: mientras que la etapa más corta de la Transiberiana tiene 319 km, la más larga cubre 1.372 km! A pesar de las distancias extremas, los participantes sólo tienen un breve descanso para recuperarse antes de volver a salir a la carretera.

3. Impredecible

Al igual que en tu vida pueden suceder muchas cosas inesperadas, en Siberia todo es aún más incierto. No hay contendientes ni favoritos, a diferencia de las Grandes Vueltas. Condiciones meteorológicas adversas, lesiones o carreras nocturnas son sólo algunos de los retos que tienen que superar los ciclistas antes de llegar a su destino. Y de hecho, muchos de ellos nunca completarán la carrera.

Kristof Allegaert de Bélgica espera la luz verde en las obras viales durante la tercera etapa de Perm-Yekaterinburgo en la carrera Red Bull Trans-Siberian Extreme en Rusia el 18 de julio de 2015.

 

4. Una carrera internacional

Los ciclistas que compiten en la Red Bull Transiberiana vienen de varios paises. En el pasado sólo había rusos, pero ahora hay gente de Alemania, Austria, Brasil, Francia o Tahilandia.