Bartosz Huzarski (Polonia)
Acabó el primero y terminó batiendo el récord de 3 horas de Christoph Kluge. Fue nada menos que un ex ciclista profesional, un veterano del Tour de Francia y fundador de la academia de ciclismo Bartosz Huzarski. Además de terminar el Tour tres veces, también ha corrido dos veces el Giro de Italia y una vez la Vuelta a España, pero que tuvo que dejar el profesionalismo después de una grave caída. En total, ha visto un poco del mundo bajo los colores de su antiguo equipo, el Bora-Argon 18, y también ha hecho hazañas al Tibet por su cuenta, por lo que tenía experiencia previa con el ciclismo de altura.
Su programa de 14 días de entrenamiento, dieta y reposo, planificado a conciencia, antes del desafío de Catching Breath resultó ser un éxito, ya que recortó 30 minutos del récord anterior. Cuando se le pregunta si le gustaría volver y mejorar su propio récord no lo duda:”¡Nunca, nunca más!” pero después de unos minutos para reflexionar, admitió que nunca se puede saber lo que le va a deparar el futuro.
Andrea Schillirò (Italia)
El segundo en llegar a la línea de meta fue Andrea Schillirò, fotógrafo freelance que vive Milán, aficionado a los tatuajes y fanático del ciclismo con alforjas. Su vida se centra en la fotografía deportiva y paisajística, así como en las largas travesías en bicicleta y el camping de naturaleza, que además va todo unido. El mejor ejemplo de su amor por el ciclismo de larga distancia fue el hecho de que estaba en una ruta de un mes a través de Alaska cuando nos pusimos en contacto con él por primera vez.
Aunque tuvo sus dudas sobre una escalada tan extrema y se sintió especialmente desafiado por Bartosz, un ex profesional, entrenó con una carpa Hypoxico, simulando las condiciones montañosas de falta de oxígeno, y decidió que su táctica iba a ser “simplemente andar como si no hubiera mañana”. Y valió la pena porque él también terminó batiendo el récord de Kluge y mejorando sus datos de STRAVA y su confianza.
Eva Lindskog (Suecia)
La primera y única mujer que se atrevió con el Khardung a fue la sueca Eva Lindskog. Con el título oficioso de reina de la montaña en STRAVA (tiene unos 1.800 entrenamientos y 60.000 m de desnivel), era para nosotros una elección perfecta. Pero este especialista en resistencia no es caballo de una sola etapa. Además de esta admirable hazaña, también logró terminar un ultramaratón de 161 km, escaló el monte Ventoux y realizó rutas en bicicleta de más de 300 km en un solo día.
Su plan desde el principio era “sólo” batir el récord de Kluge, sin importar por cuanto tiempo, por lo que con paciencia y constancia mantuvo el ritmo con nuestro especial ŠKODA KAROQ – el coche que mantuvo exactamente la velocidad y la ruta del récord original y Eva pasó la línea de meta literalmente un segundo antes que el coche. Lindskog terminó estableciendo el récord mundial femenino de Khardung La.
Valenti Sanjuan (España)
Por último, pero no por ello menos importante, llegó un entusiasta e indestructible y alegría de los eventos de resistencia, el español Valenti Sanjuan. Aunque terminó siendo el único del grupo que no batió el récord, no necesitó excusas sobre por qué no tuvo éxito. Sus aventuras pasadas incluyen 55 horas de ciclismo de montaña sin parar y sin dormir de Madrid a Lisboa (770 km), Titan Desert, una carrera que consiste en 600 agotadores kilómetros a través del desierto del Sahara, y Leyenda Del Dorado en Colombia, 7 días de BTT en Colombia con 16.000 metros de desnivel.
Desde el principio, no estaba claro si iba a tomar parte porque poco antes del desafío de Catching Breath participó en 10 carreras de Ironman en 10 días (lo leíste correctamente) y necesitaba permanecer en un hospital después de una lesión. Finalmente llegó justo un día antes de la carrera y, sin tiempo para aclimatarse a la altura del Himalaya como los demás, terminó necesitando atención médica a mitad de camino. Sin embargo, estaba decidido a no dejar que las heladoras tormentas de nieve y las carreteras de Khardung La le derrumbaran y vencieran, por eso cruzó la línea de meta incluso cuando ya sabía que no batiría el récord.