Calcetines ciclistas. Del tobillo al gemelo

Escrito por Luis Ortega @ciclored

Parecía una prenda olvidada para los ciclistas, casi invisible. Pero en los últimos años los calcetines han ‘crecido’ en las piernas de los corredores por culpa de la publicidad y las modas. Del simple tobillero que se llevó durante 100 años, hasta finales del siglo pasado, se ha pasado al calcetín de 4 o 5 centímetros de caña que llevan ahora casi todos los profesionales, cicloturistas y amantes del ciclismo urbano.


Y es que los nuevos calcetines largos son un espacio imprescindible para la publicidad de los equipos profesionales, que ya los llevan completamente personalizados, y un criterio de diferenciación para los aficionados a este deporte que pedalean por las carreteras y ciudades de medio mundo. Aunque no lo parezca, en tan poco espacio de algodón se pueden mandar mensajes al mundo.

Además, por su situación en el cuerpo del ciclista, son fácilmente visibles desde la parte de atrás, también se utilizan como medida de seguridad reflectante en carretera.

Cuando los calcetines todavía eran cortos. Años 80.

 

Tampoco han escapado a los criterios de moda. Los calcetines también crecieron para adecuarse a los criterios hipster. El denostado calcetín de media caña, que se veía como un reducto de los años 70/80, aquellos con tres rayas de colores, de buenas a primeras se convirtieron en algo chic de colorines y diseños ultramodernos. Para los ciclistas ya no hay grupetta sin sus calcetines altos diferenciados del resto, ni pierna con el corte del moreno a la altura casi del tobillo.

La moda de los calcetines largos

Uno que no falla nunca. El calcetín del Tour de Flandes. Un histórico del ciclismo

 

Autoánimo para ir deprisa. Full Gas.

 

Recuerdo de ciclistas históricos. Marco Pantani

 

Las calaveras, que se han puesto de moda, también entre los ciclistas.

 

De la versión Keep Calm… un largo recorrido de respuestas.