Aunque sus orígenes como empresa automovilística datan de 1905, con el lanzamiento del modelo Voiturette A, nos tenemos que remontar a mediados de la década de 1890 para conocer las raíces de Škoda. Entonces, el joven Václav Klement (1868-1938), librero de la ciudad de Mladá Boleslav, en la actual República Checa, escribe varias cartas a la compañía alemana Dresden Seidel & Naumann en busca de las piezas que necesita para reparar su bicicleta, de origen alemán. Frustrado tras no encontrar la respuesta esperada y no poder solucionar el problema, decide abrir una tienda de reparación de bicicletas. Le acompañaría en la aventura Václav Laurin (1865-1930), mecánico de profesión y, él sí, con experiencia en la fabricación y reparación de bicicletas en la cercana localidad de Turnov. Ambos Václav compartían espíritu creativo y una gran afición a las dos ruedas; como no pudieron encontrar la bicicleta que querían, decidieron diseñar y fabricar la suya propia, de nombre Slavia, que alcanzó un éxito inmediato.
En 1898, tras el traslado a una nueva fábrica más grande, la compañía Laurin&Klement empieza a trabajar en la construcción y comercialización de una motocicleta con importantes mejoras técnicas respecto a las habituales en la época, a la que bautizarían igualmente con el nombre de Slavia. Sus ventas fueron un éxito, e incluso llegaron a exportar 150 unidades a la empresa Hewtson, en Londres. La compañía no dejaba de crecer, contando con más de treinta de trabajadores recién entrados en el siglo XX. Este sería el paso previo a su origen, en 1905, como
fabricantes de automóviles, negocio en el que pronto iniciarían un rápido desarrollo gracias a la calidad y diseño de sus coches, y que ya no abandonarían, siendo en la actualidad una de las cuatro empresas de automóviles más antiguas del mundo.
La firma checa reconoce con orgullo que nació en bicicleta, y que se identifican plenamente con valores propios del ciclismo como el esfuerzo, la superación o la regularidad. No es de extrañar, por tanto, que el amor por este deporte de los fundadores de Škoda se haya mantenido en la compañía con el paso del tiempo. Por eso, apoyan con fuerza algunos de los eventos ciclistas más importantes del mundo, como el Tour de Francia o La Vuelta a España, carreras que patrocina desde 2004 y 2011 respectivamente. Además, patrocinan otras carreras por etapas, marchas cicloturistas o pruebas de MTB como la Clásica San Sebastián, Polar Gran Fondo La Mussara o la prueba de Mountain Bike Maratón Orbea Monegros. “Queremos que cuando la gente piense en ciclismo, piense en Škoda”, dicen desde la compañía.
Škoda en La Vuelta a España
La Vuelta a España 2017 echa a andar el 19 de agosto en Nimes (Francia) y concluirá el 10 de septiembre en Madrid. Desde 2011 Škoda es patrocinador y coche oficial de la prueba ciclista por etapas más importantes de nuestro país, dando soporte técnico a la organización y a varios de los equipos participantes. Además, patrocinará por tercer año el maillot verde, que viste cada día en carrera el líder de la clasificación por puntos. Será el séptimo año consecutivo que la firma checa esté presente con una flota importante de vehículos (el año pasado fueron 80) que cada día cumplen funciones vitales en carrera. El Octavia Combi y Superb Combi son los principales modelos del Coche Oficial de La Vuelta Ciclista a España 2017.
En ruta hay dos coches de dirección técnica: uno abriendo carrera y otro detrás de los corredores. Ambos son Škoda Superb 2.0 TDI de 190 cv con cambio automático. El que marcha por delante (con Fernando Escartín, uno de los directores técnicos de La Vuelta, al mando), lleva un sistema de navegación de ruta y tres equipos de radio. En
el segundo coche –bajo el mando de Paco Giner, el otro director técnico de la prueba- marchan también el jefe de comisarios y el responsable de Radio Vuelta.
El otro vehículo Škoda con prioridad total es el de dirección de carrera, en el que viaja cada día Javier Guillén, Director de La Vuelta. En éste –también un Superb 2.0 TDI, de color rojo- los mecánicos tienen que realizar trabajos especiales para instalar el complejo sistema de comunicación por radio que le permite estar conectado con los demás coches, una televisión para seguir las evoluciones de la prueba, una sirena, una pequeña nevera y techo corredizo a la medida, para poder realizar sus funciones de director de carrera (entre ellas dar el banderazo oficial de salida al comienzo de cada etapa).
También forman parte de la flota de vehículos Škoda en La Vuelta los de asistencia en carrera de Shimano Macario –encargados de resolver in situ cualquier problema que tengan los ciclistas si no está cerca su coche de equipo-, los de los comisarios, servicios médicos o los coches invitados. En La Vuelta 2016 Škoda cedió un total de 80 vehículos a la organización, los cuales recorrieron cerca de un millón de kilómetros alrededor de la geografía española. En esa edición, ocho mecánicos formaron la unidad de servicio técnico móvil para mantener siempre a punto esta flota de coches.
Fernando Escartín reconoce la importancia de disponer de vehículos que cuenten con las prestaciones necesarias para este duro cometido: “Nuestros coches Škoda están preparados para ser los mejores en carrera: son fiables, seguros, y tienen un motor que permite recorrer cualquier tipo de etapa, por muy dura que sea”. Y es que en ocasiones deben enfrentarse a rampas con desniveles superiores al 20%, o circular cientos de kilómetros a muy baja velocidad para un vehículo, todo un desafío para los motores. Como curiosidad podemos añadir que los conductores de los coches que circulan en carrera son casi siempre ex ciclistas, ya que son ellos quienes mejor
conocen los movimientos que suelen hacer los corredores en competición, sobre todo al adelantarles, que es el momento más peligroso.
Además, un buen número de equipos participantes en La Vuelta a España también utilizan vehículos Škoda para el desarrollo de sus tareas en carrera (en 2016 fueron 10 de los 21 equipos presentes). Para los equipos es fundamental contar con vehículos amplios, potentes, fiables, ágiles (para meterse entre las motos, grupos de ciclistas, otros coches, etc) y resistentes, ya que en ellos deben transportar cada día nueve bicicletas de repuesto (una para cada corredor), 4-5 cajas de ruedas, las herramientas de los mecánicos, una nevera grande con bidones de agua y bebidas isotónicas para avituallar a los ciclistas, bolsas con ropa de abrigo, etc. Además, en la elección de los equipos también influye la buena relación calidad-precio de estos vehículos Škoda, que contratan mediante compra o renting.
13 años apoyando La Grande Boucle
El Tour de Francia mueve cada año una flota de más de 200 coches entre vehículos de la organización, de los equipos, apoyo técnico, coches médicos, etc, y casi todos ellos son de la marca Škoda, patrocinador de la ronda gala desde hace 13 años. Si cualquier ciclista tiene un problema mecánico en carrera y no tiene cerca un coche de su equipo, puede pedir ayuda a alguno de los vehículos de asistencia neutra Mavic, un Škoda Octavia de inconfundible color amarillo. Este modelo es lo suficientemente grande para transportar varias bicicletas completas (listas para ser montadas por cualquier ciclista en caso de emergencia), ruedas, bidones de agua, etc.
El Director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, sigue las evoluciones de cada etapa a bordo de un Škoda Superb de color rojo con techo corredizo. Además, cada equipo tiene dos coches que siguen desde la parte trasera del pelotón las evoluciones de sus ciclistas, todos ellos comunicados con dirección de carrera por un sistema interno de radio, algo fundamental para estar informado de cualquier caída o accidente, y para que los jueces puedan autorizar los movimientos de los coches de apoyo y de los equipos. Aunque la mayoría de los equipos se decantan en la Grande Boucle por los Škoda Octavia, en la primera etapa del Tour 2017, una contrarreloj individual de 13 km disputada en Dusseldorf (Alemania), tres equipos utilizaron el nuevo Škoda Karoq (un SUV compacto) como vehículo de apoyo: Dimension Data, Lotto Jumbo y Lotto Soudal.
Octavia Combi “Biker”: Preparado para ciclistas
En las carreras ciclistas en las que están presentes como coche oficial de la organización y de diversos equipos, los vehículos Škoda han demostrado su potencia, fiabilidad, resistencia y amplitud, cualidades fundamentales para sobrevivir en el día a día de pruebas tan exigentes. Son las mismas cualidades que cualquier ciclista amateur necesita para sus viajes y escapadas con la bicicleta y que, sin duda, encontrará en los vehículos de la firma checa.
Por la amplia capacidad de su maletero (hasta 610 litros, que llegan hasta los 1740 litros con los asientos traseros abatidos), el Škoda Octavia Combi resulta una opción ideal para los amantes de este deporte. Además, Skoda ha creado dos paquetes opcionales pensando en ellos (Pack Ciclista y Pack Ciclista Plus), de forma que el Octavia Combi queda perfectamente equipado para ser el mejor compañero de aventuras de cualquier ciclista.
El Pack Ciclista incluye el doble fondo para el maletero, varias redes para controlar la carga, sistema de iluminación interior para la zona de los pies, asientos deportivos y la posibilidad de añadir, por precios muy ajustados, barras para el transporte de bicicletas en el techo. Por su parte, el Pack Ciclista Plus incluye todo lo anterior además de barras de techo longitudinales, portón posterior eléctrico y el sistema de enganche posterior para remolque con adaptador. En este pack se puede añadir, si se desea, un portabicicletas trasero a un precio ventajoso.