Micky último kilómetro
Tu salida del domingo es de 120 kilómetros por carreteras tranquilas de campo. Cuando llevas 110 kilómetros hechos un ciclista se pone a tu rueda… es Micky Último Kilómetro que quiere competir contigo.
Obviamente tu estás defendiendo tus KOMs de Strava, pese a que en los últimos kilómetros deberías ir tranquilo para volver a la calma. Eso sí, no ha forma politicamente correcta para explicárselo a Micky Último Kilómetro, así que él coge tu refubo y vuela como si fuese cuesta abajo.
El Increíble Hulk
La primera vez que coincidiste con él pensabas que estabas pasando un mal día. El Increíble Hulk monta en bici de montaña y tu vas en bici de carretera. El parece un jugador de rugby, es decir, todo lo contrario que tú, que tienes un cuerpo como el de Pantani, que está preparado concienzudamente tanto física como mentalmente. Así que, en teoría, no hay competencia.
Y pasa otra vez. El Increíble Hulk, con sus 25 kilos extra de ciclista le alcanza moviendo las piernas como si fuese una batidora. El debe ser algo así como cinco toneladas más pesado que tú y además lleva pantalones cortos, ni siquiera un culotte. Recuerdas como eras a su edad… y seguro que tú eras más rápido.
El sexo opuesto
Mi novia ama el ciclismo y es realmente rápida. Si se va rápido, y realmente ella puede ir así, y mantiene el ritmo, me dirá de todo cuando llegue a casa. Pero si en cambio no puede mantener el ritmo y se descuelga, no se enfadará, dirá que ellos son hombres y normalmente deberían ir más deprisa que ella.
En el caso de los hombres es distinto. Si te encuentras con un mujer durante un entrenamiento o una ruta tranquila y no consigues dejarla atrás te entrarán las dudas. ¿He comido bien? ¿Llevan las ruedas la presión correcta?… Hay un millón de excusas que se te puede ocurrir.
El abuelo que me gustaría ser
Cuando ‘El abuelo que me gustaría ser’ suele montar en bici lo hace con una bici de acero soldada con racores o con un modelo de carbono tope gama que se regaló cuando se jubiló. Da igual. El es más rápido que tú. ‘El abuelo que me gustaría ser’ recorre las carreteras en busca de sus víctimas, jóvenes con bicicletas de calidad a los dejan de rueda en subidas empinadas.
El abuelo se pone a tu altura en la subida y poco a poco te va dejando de rueda. Es más, te es imposible seguirle. Solo te queda pensar que cuando tengas su edad serás igula de rápido que él.
El club de los ciclistas payasos
Los domingos tienes un trabajo habitual. Te sueles cruzar en la ruta con el Club de los Ciclistas payasos. Intentas huir de ellos, pero piensan que es algo personal y acaban atrapándote.
Pero nadie sabe como tu que hay un tramo de 25 kilómetros por delante que sueles hacer cada día. Sabes que hay dos subidas y que ellos se van a llevar una sorpresa porque sabes exactamente como subirlas. Disfrutas del momento cuando les das el relevo de gracia justo en el momento de llegar a la cima de las colinas.
Quienes son tus enemigos ciclistas? Cómo los has superado?