El periódico italiano Corriere della Sera y la cadena de televisión francesa Stade 2 declaran tener pruebas de corredores que usaron motores en las carreras italianas Strade Bianche y Coppi e Bartali.
Los periodistas emplearon una videocámara térmica oculta, y las bicicletas de siete corredores se iluminaron en tonos amarillo y naranja. Cinco de las bicis mostraban calor procedente de sus tubos de asiento y dos presentaban unos bujes sospechosamente calientes.
“Pasó en marzo, en Strade Bianche y Coppi e Bartali. ¿Controles de la UCI? No, imágenes de la cámara escondida de France Télévision”, informaba el Corriere della Sera.
Actualmente, la UCI somete a pruebas las bicis con la ayuda de tabletas, utilizando un medidor Tesla. El periódico italiano también lo probó así. Los resultados les llevaron a la conclusión de que este método no es fiable para detectar el escurridizo campo magnético.
“Hemos analizado las imágenes térmicas, los rayos X y las pruebas ultrasónicas, pero el método más económico, fiable y preciso con diferencia ha resultado ser el test de resonancia magnética utilizando programas que hemos creado en colaboración con una empresa de desarrolladores especializados. El escaneo se lleva a cabo con una tableta y permite al operador comprobar el cuadro y las ruedas de una bicicleta en menos de un minuto”, señalaba la UCI en una declaración del domingo.
La tecnología de la UCI detectó un motor escondido en la bici de Femke Van den Driessche este enero en el Campeonato Mundial de Ciclocross de Heusden Zolder, con el consiguiente gran “escándalo de dopaje mecánico”. Muchos creen que el problema tiene ramificaciones mucho más profundas, algo que viene a secundar el vídeo anterior.
¿Crees que las cámaras térmicas deberían formar parte del equipo estándar de los controles antidopaje?